Mi experiencia con HILOTERAPIA se produjo tras intervención quirúrgica de resección de dos grupos hemorroidales y fisura con láser y esfinterectomía lateral interna, el tratamiento de varios pólipos localizados durante la intervención y la adaptación de todas las estructuras colindantes para mejora de la posterior recuperación. Comenzamos su administración de manera inmediata a la intervención y su duración completa fue de 7 días.
Su uso lo catalogaría como fundamental para los primeros pasos de la recuperación y lo definiría como un gran amigo para los peores momentos del que luego cuesta mucho desprenderse.
En concreto, como puntos fuertes permite la reducción de fármacos antiinflamatorios, la reducción a fuertes dolores post-operatorios de este tipo de cirugías, sencilla administración y funcionamiento, autonomía del paciente en su administración y colocación (tras las primeras 24h), diariamente un control de los dolores más fuertes las primeras horas tras defecación que es indispensable y genera una gran confianza.
Dado el impacto que tiene en las recuperaciones post-quirúrgicas los aspectos anímicos, me gustaría destacar que la HILOTERAPIA llega a permitir al paciente evadirse de su mundo de dolores y generar un ambiente de confianza al tener a mano la posibilidad en cualquier momento, de auto-administrarse sesiones de analgésico durante el tiempo que sea necesario y sobretodo eliminar el tremendo miedo a las horas posteriores a ir al baño.